Reto Cronica – 100 km Madrid-Segovia
Son las 8.30 del domingo. Me acabo de despertar. No me apetece salir a correr, rara sensación. Pero tiene explicación.
Hace justo 24h comenzaba en plaza de castilla una nueva gran aventura, un nuevo reto: alcanzar el acueducto de Segovia a pie desde la famosa plaza madrileña. Somos muchos, muchos más que el año pasado. Tengo el defecto de fijarme mucho en los que van a ser mis ¿rivales?, no, mejor dicho, COMPAÑEROS de viaje antes de empezar. Hay de todo, desde gente con muy buena pinta, de los que dices a priori que no les vas a ver ya en el km1, otra gente más normal, muchos andarines….Se respira ilusión, ánimo, pero también intranquilidad, nervios. Los viandantes y taxistas observan a la multitud con perplejidad.
Tras una tensa espera y la charla técnica (a la que por cierto, recibí escuchando música en mis cascos), dan la salida. Estoy colocado atrás, demasiado. Muchos andarines (marchadores) salen por delante mía, lo que hace complicado el remontar posiciones. No hay prisa, aunque me gustaría tener localizados a los 10 primeros, para ver de qué van. Mi idea es correr en torno a 12. 12.5km/h, sin dudar un momento en el caso en el que tenga que echar a andar porque el terreno así lo requiera. Quiero llegar en 6h a cercedilla, para tratar de rondar las 10h30 en Segovia.
Me encuentro bien, cómodo auqnue un poco apurado con el ritmo. El hecho de ver gente lejos, por delante de mí, hacen que quizás vaya un poco por encima de lo que pensaba. Luego el reloj no miente: no iba tan rápido como creía. EL primer avituallamiento en el km 16 viene quizás demasiado pronto: aun hay muchos corredores juntos, que cruzan en ambos sentidos el puente por encima de la m607….yo lo hubiera puesto un poco más adelante, para que la carrera fuera algo más rota. EL inconveniente de estos avit es el tener que sellar la credencial…eso hace que todo se realentice. De todos modos, este año llevo la credencial en un bolsillo lateral de mi camiseta, abierto, lo que le hace facilmente accesible, aunque al final me generará un problemilla.
Tras el paso por tres cantos, tomamos rumbo a colmenar. Bajamos en busca del río, que esta absolutamente seco. El día promete ya ser caluroso, pero por esa zona vamos cubiertos. Por primera vez me engancho con un par de corredores más, pero al ver que uno espera al otro, tiro para alante. No soy capaz de encontrar a nadie que se adecúe a mi ritmo….y no lo haré en toda la carrera.
La subida al cementerio es dura. Hago parte andando, pues no quiero pagar esfuerzos extras después. Llevamos 27km y ahora sí que parece que la carrera se ha roto por completo. No sé el puesto enel que voy, sólo me fijo en el tiempo. Atravesamos Colmenar para de nuevo coger una pista rumbo a Manzanares. Es una parte conocida, pues los 100k de Corricolari discurren exactamente por allí. Sé que va a ser dura, pues no hay sombra, y así fue. Hasta llegar al puente medieval se hace llevadero. El trato de los voluntarios alli espectacular, como en todo el recorrido. Me acompaña un ciclista de la organización, que retrocede al ver que paro a caminar. Le digo que no se preocupe, que todo está ok.
Nos acercamos entonces a Manzanares a través de una subida importante, donde me cruzo con unos ciclistas que me animan y con unos voluntarios que me indican el camino. Parece que ya estamos cerca…subir, duro, para luego descender…con cuidado, pero de forma alegre.Mientras bajo pienso en cómo han cambiado las cosas en un año, en como ha cambiado mi forma de correr y de entender esto: el año pasado me quejaba por la cantidad de piedras que tiene esta bajada, y este año disfruto saltando de una en otra….Y esto es gracias al que luego me esperaría en la meta. Llego al embalse, cpn estampa curiosa y triste, con un nivel de agua muy inferior al del año pasado. La sequía…
Llego a Manzanares en 3.45. Algo más de 40km,,,buen tiempo, pero insuficiente para lo que busco. Sé que a partir de aquí empieza lo duro, la parte intermedia de la carrera, que se hace eterna hasta la barranca. Hasta mataelpino los sobrellevo. Voy solo, alternando carrera con caminar, con mucha tensión en los isquios y biceps femoral. Un gel de aminoácidos y mucho cuidadito de no llegar al nivel bloqueo muscular. Estoy absolutamente convencido que voy a llegar. El hecho de haber acabado el año pasado me da una fuerza mental increíble. Pero tengo muchas dudas de ser capaz de hacerlo en 10.30. No me importa. Sigo. Zona de mucho calor, con la pedriza a nuestra derecha, me acompaña otro compañero que va bastante más fresco que yo. Un par de kms y le digo que tire….él marca el ritmo de cuándo correr y no soy capaz de seguirle.
Alcanzamos Mataelpino…qué calor!!! Con la fuerte subida que nos permite alcanzar la plaza a algunos, y la meta del campeonato de Madrid de trail a otros….estaba deseando llegar a esa fuente para refrescarme un poco, y aprovechar para comer y beber en el avituallamiento. Me queda el tramo que más temo, que se me hizo eterno el año pasado…la subida a la barranca. Un par de minutos y salgo por las minicalles de mataelpino hasta encontrar la senda más estrecha de la carrera, Camino bonito, dejando la carretera a la izquierda y la pedriza aún a la derecha, en un continuo sube y baja que me lleva a los pies del puerto de navacerrada, donde la m607 se empieza a empinar, y nuestro camino también. Veo a dos corredores por delante que llevan un ritmo inferior al mio…hasta que los alcanzo y camino con ellos por la pista de la barranca. Muy larga, pero más llevadera por el hecho de conocerla este año bastante mejor que el anterior. Maliciosa a la derecha, Bola al fondo, pareja testigo de muchos de mis entrenamientos montañeros, contemplan nuestro pesado caminar hasta que alcanzamos el avituallamiento, en la zona recreativa. Una vez allí, restricciones de agua. Sólo una botella por cabeza. No me parece bien y lo comento allí mismo. Peor aun la explicacion del voluntario (que sé que no tiene la culpa de nada) que me comenta que «en Cercedilla tenemos de todo, que éste es un avituallamiento marginal, en el que la dificultad de acceso explica su escasez». Sin comentarios. Le señalo la carretera que hay justo detrás…que me digan eso mismo los del GTP para justificarme que no hay agua en Peñalara lo entiendo….pero en una zona recreativa….
Continúo mi marcha con mis dos nuevos compañeros, contemplando a las familias con las típicas tortillas y filetes de pollo empanados…casi que les envidio un poco. Me vuelvo a quedar atrás, pero no me immporta. No puedo dar más. Queda algo menos de la mitad y lo peor ha pasado. Atravesamos el pinar hacia Cercedilla….menuda subidita…trailera total, con fuerte pendiente, pero protegidos del sol por los árboles, lo que la hacen más llevadera. Una vez arriba, nos «tiramos» lliteralmente hacia cercedilla hasta cruzar la carretera del puerto de Navacerrada. Allí unos voluntarios me animan. Continúo bajando, ya por asfalto, hasta girar por un par de kms de senda que me dejan en Cercedilla…..qué gusto volver a ver a gente!!!! Ahí está, el polideportivo con un montón de gente animando a nuestro paso.
Allí veo a varios corredores comer….sello, saco un trozo de pan que llevo en la mochilo, les digo que ni me saquen la mochila que tenia preparada por si acaso, relleno botellas en el baño y….a continuar. Ahí dejo atrás a siete u ocho corredores…de los cuales alguno me superará después. Prefiero arrancar rápido andando, que queda la subida a la Fuenfría. Y así hago. Atravieso Cercedilla bajo los gritos de ánimo que provienen de las terrazas de los bares, y llego a la carretera que sube a las dehesas. Durísimas las primeras rampas, siempre andando. A mitad de subida, detcto una fuente y me refresco. Trato de subir por el carril izqdo, en contra de la circulación, para aprovechar sombra. Llevo a unos metros a un corredor que me superó saliendo de Cercedilla, pero él corre de vez en cuando y yo no. Por detrás veo que se me acercan dos…..que vienen tb corriendo. Me impresionan todos…qué capacidad!!! Me alcanza uno de ellos, con el que ya coincidí en Manzanares, y me acompaña andando tres o cuatro kms, las rampas más duras. Ante la llegada del segundo a nuestra altura, se marchan ambos hacia arriba, tras superar el avituallamiento de la carretera de la república. Sigo tranquilo, incluso me animo a trotar algunos metros de vez en cuando, pero cuesta arriba, mi biceps femoral me limita. Segundo gel de aminoácidos. Las cuestas se suavizan, pero sigue picando para arriba. Casi llegando al mirador, prácticamente arriba, me alcanza un navarro…es la primera vez que viene y me pregunta por lo que queda del recorrido…..le cuento y se marcha, poco a poco.
Al fin llego arriba…qué placer!!! Mis dos magdalenas típicas y alé!!! a correr para abajo. Son las 17.22 y llevo una hora sin gps, que se me quedó sin batería.Me quedan menos de 21kms, pero no tengo referencia de distancias….y así me pasó. La bajada es monótona, la primera parte con mucha piedra suelta, muy incómoda, por pista ancha, machacándote unos pies que ya andan bastante castigados. Hasta llegar a otra zona asfaltada, en sube y baja, que es más benévola con los pies. Corro en ocasiones a ritmo alto, o, al menos, eso me parece. Enlazo varios minutos seguidos corriendo, pero el descenso se me hace eterno. Me cruzo con unas cuantas personas y ciclistas, que me dan referencias confusas del control de la Cruz de la Gsllega.Me pasa otro corredor, que corre a buen ritmo, nada especial, pero muy constante. Al fin llego, todo se aclara, el sol vuelve a dar con fuerza, y Segovia se muestra justo enfrente….ya está hecho!. He bajado 12kms…por eso se me hizo tan largo joder!!!
Sello por última vez y mientras camino hacia segovia comienzo mi ronda de llamadas….en los primeros 500m aviso a los mios de que voy a llegar….no hay nada como compartir tan gran alegría despues de tanto sufrimiento. Y empiezo a correr. De esos 10km recuerdo correr más de 8….me encuentro bien, no estoy cansado y corro a buen ritmo. No veo a nadie por detrás, y llegando a Segovia alcanzo al corredor que me superó bajando la Fuenfría…va roto, sin un gramo de fuerza. Le pregunto si necesita algo de comer, de beber…nada, me dice que continúe que no puede más. Y sigo. Entrando por baterías, un coche de policia se pone a mi lado….me dicen que les siga, que me guían por Segovia, pero que no puedn cortarme el tráfico….Se lo agradezco, pero les digo que conozco el camino, que vayan con mi compañero de atrás que anda un poco mas fastidiado que yo. El tramo de Segovia es alucinante…los pies van solos, las piernas se mueven con más fuerza que en los 50kms anteriores…¡intento fijarme en todo, en la gente, que me mira extrañada, en los coches, para no ser atropellado…llego a José Zorrilla y la bajo a buen ritmo…de repente, el coche de policia otra vez a mi lado, con un agente diciendome por la ventana: «Cuidado, que viene uno detrás que va como una moto!»»Me hace gracia….miro atrás y efectivamente…un compañero viene muy fuerte, superándome a menos de 1km para el final. Poco después, de nuevo el policía: «Ten cuidado que vieen otro!!!». Y le digo.,…»No, si al final quedo el último! jejejeje. Aprieto los dientes y desciendo a toda velocidad….sin dejar que mi compañero me supere. La entrada en el Azoguejo es espectacular…mucha gente aplaudiendo y entrando con la satisfacción de haber completado una gesta. Me da igual el tiempo, ya me da igual todo. He llegado.
La última anécdota es que, ya en meta, echo mano de la acreditación para sellarla y….tachán!!!no está! Se me ha caido del bolsillo en el último tramo….imaginaos mi cara….La chica que tiene que sellarme me dice que espere, que vamos a ver que pueden hacer….y llega mi ñultimo perseguidor, diciendo: «esto se le ha caido a alguien». Imaginaos lo que era. Quizás el haberse parado a cogerla, no sé cuando, le impidió al final alcanzarme. Esto es el espíritu ultrero: donde la solidaridad está por encima de la competitividad.
El ver a David y Estela esperándome en meta hacen todavía más emotiva la llegada…su reconocimiento in situ, su apoyo, su esfuerzo por quedarse a esperarme…no tienen precio. Mil gracias para ambos.